Los Alegres del Sur, los músicos de la paz
“Hoy se revive la historia”, afirmó el maestro y compositor Nabor Tejada al recibir su nueva guitarra y requinto. Hace 27 años, en 1992, nacieron los Alegres del Cohembí, conformado por cuatro líderes culturales de la zona conocida como el corredor Puerto Vega-Teteyé del municipio Puerto Asís. Noel Collazos, Nabor Tejada, Ramiro Campo y José Díez, los integrantes del grupo iniciaron tocando con unos “palitos de bamba de higuerón” dice el maestro, que llevaron a cada festival y caseta popular de esta región. Y así fue que de fiesta en fiesta y de trova en trova, lograron que la comunidad recolectara $450.000 pesos para comprar sus primeras dos guitarras y uniformes.
Los Alegres se hicieron famosos en la zona, no solo por las canciones originales que reflejan el sentir de esta comunidad campesina sino porque a través su música y arte dieron un respiro de esperanza y alegría a hombres y mujeres que vivieron como dicen en el territorio, “todas las guerras”. Las FARC, los grupos paramilitares y la Fuerza Pública dejaron a partir de 1999 un largo legado de violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario difíciles de denunciar en ese entonces y que hoy poco a poco y paso a paso se habla y se reconoce. Durante este periodo, esta población sufrió el asesinato de sus principales líderes – entre ellos del presidente de Acsomayo, el señor Melo Bastidas – también vivieron día a día, bombas que destruyeron casas, minas en las fincas, ejecuciones extrajudiciales y por si fuera poco, la sistemática fumigación desde el 2000 a sus cultivos de pan coger y de coca, con los cuales sobrevivían. Y como si no fuera suficiente, viven desde esa época la tragedia de un territorio destinado a la exploración y explotación petrolera que ha dejado las peores catástrofes ambientales ocurridas en este departamento en medio de un gran abandono estatal. Esta guerra que recayó contra los principales líderes hombres de la zona, trajo a las mujeres al frente de la lucha social y la resistencia contra el desplazamiento y contra los proyectos minero-energéticos que amenazan el agua y su territorio.
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